Después de las olas de calor experimentadas el pasado Verano, era cuestión de tiempo que repercutiera en el índice de mortalidad en nuestro país. La peor parte se la ha llevado la comunidad autónoma de Aragón, donde sus datos se han disparado.
La mortalidad se dispara en Aragón
Los datos que facilitan las autoridades sanitarias indican que hubo alrededor de 15 días de temperaturas extremas. En Zaragoza concretamente, a final del mes de junio se llegó a los 43 grados. En julio la tasa de mortalidad subió un 13,3% (674 fallecimientos) respecto a 2018, y es aún mayor al compararlo con años anteriores. Evidentemente, este fenómeno ha supuesto una mayor carga de trabajo para los complejos funerarios.
El tanatorio de Torrero registró los mismos enterramientos en Julio que en Febrero, contando con la época invernal y el “efecto gripe”. En circunstancias normales, la cifra oscila los 30 cuando este año ha sido de 100. Si se analizan los fallecimientos totales, en los dos meses ocurrieron 674, un hito en este siglo.
Un cambio de tendencia
Estas cifras llevan a los expertos a deparar un cambio de tendencia registrado en los últimos años. El Registro Civil de Zaragoza ha informado de que entre los meses de enero a julio se han producido 4.749 fallecimientos. Representan 215 más que 2018 y 73 más que 2017. También se ha visto aumentado notablemente el número de incineraciones en los tanatorios de Castellón, donde se han incinerado al 60% de los fallecidos.