La felicidad y el bienestar emocional de un menor necesita de un equilibrio parental que se obtiene al menos de una persona disponible para ellos. La rutina puede hacer que pase desapercibido un fenómeno más común de lo que la sociedad percibe: el síndrome de ausencia parental. Niños que están solos, sin ningún adulto que supervise a esos menores (incluso a distancia). Estar presentes es un factor clave en el desarrollo de la infancia o crianza de los hijos. Hoy vamos a tratar este asunto desde la difícil situación del fallecimiento de un padre o una madre.
Síndrome de ausencia parental
Estar presente para un hijo es algo más que lo físico, es verles, supervisarles y mantener una conexión. Conexión que debe establecerse a un nivel emocional y mental. Cuando una persona de la unidad parental ya no está, los estudios sobre desarrollo evolutivo concluyen que la felicidad y equilibrio emocional de los hijos se ponen en riesgo.
“El hecho de que un niño tenga a una persona presente, conectando con sus necesidades emocionales y protegiéndole cuando lo necesita, va a tener como consecuencia que será un adulto seguro de sí mismo, con pensamiento crítico y con capacidad de gestionar adecuadamente sus emociones e impulsos. Si queremos que nuestros hijos sean personas seguras, previamente debemos protegerles. De ahí que sea tan urgente y necesario proteger a la infancia.” (Rafael Guerrero, de mamas & de papas)
Cuando un niño sabe que algo va mal o sienten miedo, acuden a su zona de seguridad. Es decir: los padres. La seguridad parental es un pilar de protección, no confundir con el apego o sobreprotección. Los adultos, a veces, tampoco podemos hacer mucho para aliviar la tristeza o rabia que experimenten los hijos ante esta situación. Por eso, lo más tranquilizador es la presencia del adulto. Que si nuestro hijo llora, siente miedo, tristeza, rabia, le acompañaremos y consolaremos.
La madurez y responsabilidad de nuestro comportamiento también será un indicador para ellos. Los padres no son perfectos, y la clave para que el niño repare el daño está en ese componente presencial. Por ejemplo, en pedir perdón, mirar a los ojos o enmendar el daño causado. El padre o madre debe conectar desde el respeto y contingencia ante las necesidades de explorar e investigar el mundo del niño. Además de un proceso complicado como es el duelo por ausencia parental, existen otras variables que pueden generar situaciones similares.
Otras causas externas que pueden provocar ‘Síndrome de Ausencia Parental’:
– Valores familiares. El esfuerzo, la empatía, el respeto…han sido sustituidos por la inmediatez y la exigencia.
– Materialismo. Es común en los adultos sustituir el tiempo y la dedicación emocional por regalos.
– Horas de uso de dispositivos electrónicos. Empezando por la televisión, seguida de la tableta, el móvil…y cada vez el número de aparatos crece más.
– Contacto ocular. Los estudios científicos han probado cómo nos comunicamos mirándonos cada vez menos a los ojos.
– Distracciones. Cada vez es más difícil tener un tiempo y un lugar para conectar con los hijos entre tanto ruido exterior que nos distraen.
– Mundo conectado. La tecnología nos hace vivir de manera menos relacional y emocional.
Estos factores influyen en la sensación de seguridad y autoestima de los hijos, mientras que para los adultos trabaja la empatía y la tolerancia a la frustración.
“Ahora, más que nunca, tratemos de conectar con nuestros hijos, estar presentes y disponibles para ellos”
“Uno no aprende a amar amando, sino sintiéndose amado” (Pepa Horno)
Duelo por un ser querido: el nuevo podcast de Funeraria Magdalena
La pérdida de un ser querido implica una necesidad de recibir palabras reconfortantes de consuelo. Pero al mismo tiempo, también es importante recurrir al silencio para recomponerse y hacer frente al duelo. Desde Funeraria Magdalena, queríamos aprovechar este canal para ofrecer una herramienta de ayuda frente al duelo. El podcast está disponible en Spotify, Ivoox y nuestra página web, así como en todos nuestros tanatorios de la provincia de Castellón.
