El pasado 31 de julio se celebró el seminario internacional de Turismo Cementerial. Llevaba por título “Activo para el rescate del patrimonio intangible de un territorio”. El evento lo organizó la Red Latinoamericana de Turismo Cultural y Paranormal con el objetivo de fomentar este tipo de turismo.
“dentro de la oferta turística latinoamericana, educando, promoviendo y estimulando el emprendimiento e innovación. mediante la generación de espacios de interrelación entre los asistentes. y el acceso a conocer experiencias de turismo cementerial latinoamericano, que permitan impulsar su desarrollo.” (Andrés sarmiento)
Esta entidad que Andrés preside, fue creada con la finalidad de “aumentar la oferta de espacios formativos y de interacción entre profesionales de turismo, docentes, empresarios y público en general. Siempre en torno al turismo cementerial, generando y difundiendo contenidos que permitan un desarrollo profesional y sostenible de la misma”. Quizás la expresión de que el turismo cementerial rescate un territorio te suene un poco excesiva, pero realmente, ¿qué sabemos del turismo cementerial?
¿Qué es el turismo cementerial?
La unión entre cementerios patrimoniales y turismo, desde una visión multidisciplinar. De hecho, la Unión Europea en 1990 subvencionó un libro sobre cuatro camposantos europeos de renombre. Y este es el primer libro que “reivindica el uso turístico y cultural de los cementerios“. Esta visión la defiende a capa y espada el profesor Manuel Ramírez Sánchez de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Pero también es apoyada por otros muchos expertos de varios países, donde los cementerios de España y en concreto, Málaga son protagonistas.
El primer ejemplo lo encontramos en el Cementerio del municipio de Ronda (provincia de Málaga). El mausoleo del fundador de la Caja de Ahorros de Ronda, don Juan de la Rosa. Tiene un ángel y una piedad del gran escultor Juan de Ávalos. También allí el investigador Carlos Sarriá descubrió una cruz del siglo XVI. La cruz sufrío actos vandálicos y se trasladó al cementerio al final del siglo XIX.
Málaga es la cuna del turismo cementerial
El segundo lo observamos en el cementerio octogonal de Sayalonga. Es cierto que no es tan popular como el de Casabermeja, que fue declarado Bien de Interés Cultural desde 2006. Pero si vas a verlo encontrarás otro precioso ejemplo de arquitectura popular funeraria. El profesor de la Universidad de Málaga, Francisco Rodríguez Marín, lo define como “historia viva de los últimos 200 años”. Él mismo tiene una historia viva con el cementerio de San Miguel desde su tierna infancia:
“Vivía en Segalerva. mi abuela paterna falleció. todos los domingos, durante años, mi abuelo y mis tíos venían a visitar el nicho. era como un ritual: compraban flores, limpiaban el nicho, después se tomaban su cerveza…tengo esa memoria desde la niñez”.
Muchos son los arquitectos que han sido autores de monumentales mausoleos. Y no tardan en destacar también el Cementerio de San Miguel y defender el Patrimonio Funerario y su potencial turístico. En futuros blogs repasaremos los cementerios españoles que más contribuyen al patrimonio cultural y al turismo.
