El fallecimiento de un ser querido es una experiencia devastadora que trae consigo una serie de gestiones que deben ser realizadas. En momentos de tanta dificultad, es fundamental tener claro cuales son los pasos a seguir para gestionar la situación de la mejor manera posible.
Pasos tras el fallecimiento
En primer lugar, es importante ofrecer apoyo mutuo. La comunicación abierta y sincera es esencial en estos momentos. Posteriormente, se debe determinar quién se encargará de los trámites legales y administrativos. Esta persona será clave para coordinar los pasos a seguir y tomar decisiones.
Una vez que se ha designado a un responsable, es recomendable hacer un listado de las tareas que deben cumplirse. Esto ayudará a mantener el enfoque y asegurará que no se pase por alto ningún detalle importante.
Gestión de los asuntos legales y patrimoniales
La gestión de los asuntos legales y patrimoniales tras el fallecimiento implica una serie de pasos específicos que deben llevarse a cabo con cuidado. Uno de los primeros trámites es la obtención del certificado de defunción, que será necesario para todas las gestiones posteriores. Este certificado de defunción, lo obtendrá la propia funeraria, bien del hospital o del médico que haya certificado el fallecimiento.
Luego, se debe revisar si existe un testamento, ya que esto determinará cómo se distribuirán los bienes. Si no hay testamento, será necesario iniciar el proceso de declaración de herederos, que definirá quiénes son los beneficiarios legales de la herencia.
Además, es esencial liquidar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, el cual varía según la legislación local. Este trámite se debe realizar dentro de un plazo específico. Finalmente, se deben gestionar los bienes del fallecido, lo que incluye la actualización de registros de propiedades y cuentas bancarias. Cada paso es crucial para garantizar que los asuntos legales y patrimoniales se manejen de manera adecuada y se recuerde la memoria del ser querido.
