La herencia es el acto jurídico de heredar, por el que una persona adquiere bienes, derechos y obligaciones de otra que ha fallecido. El proceso de repartir una herencia es complejo y requiere de varios trámites. Como es normal que una persona conozca todo este proceso al detalle, en Funeraria Magdalena queremos ayudarte a entenderlo. No hace falta que seas un especialista ni que te haya ocurrido antes para poder enfrentarte a esta situación. Lo más complicado es el llegar a un acuerdo entre los herederos para que repartir la herencia sea un proceso justo. La voluntad del fallecido la recoge el testamento y la ley vigente protege su deseo.
Si los herederos tienen mala relación entre ellos o se produce una disputa por la herencia, el proceso se puede bloquear. Y por eso hay muchas personas que se preguntan si es obligatorio repartir la herencia.
¿Es legal obligar a repartir una herencia?
La realidad es que es muy frecuente no llegar a un acuerdo por la herencia. Esto resulta en que el reparto se demore en el tiempo más de lo deseado, especialmente cuando se espera recibir algún bien. Por ejemplo, alguien no quiere vender su parte de la herencia pero tampoco comprar las partes de otro. Si hay acuerdo y una buena relación previa, la empatía y el respeto son la clave de la negociación donde todos estén satisfechos.
Si los bienes están atribuidos pero no se realiza el reparto, solo hay solución: la vía judicial. Deberá realizarse un trámite que solo pueden solicitar los herederos con el 50% de la herencia (o más). Una parte individual puede solicitar el trámite ante el bloqueo de la otra parte. No hace falta acuerdo tampoco para iniciarlo siempre y cuando se de ese porcentaje de atribución de la herencia.
5 pasos que conlleva el trámite:
1. Solicitud. El heredero o herederos acuden a la notaría o juzgado para iniciar el trámite.
2. Creación del inventario. El inventario es el conjunto de bienes que forma la herencia, debidamente ordenados y detallados. Sin este punto tampoco hay acuerdo, se podrá celebrar un ‘juicio verbal’ previo para que el juez después decida el inventario.
3. Nombramiento del perito o ‘contador-partidor’. Este será el encargado de repartir la herencia como jurista competente. Su misión atenderá al acuerdo entre las partes, pero si no es posible, seguirá el orden del inventario y si no hay, realizará un sorteo.
4. Creación del cuaderno particional. En este cuaderno se anotará como se han repartido los bienes según el testamento y las normas civiles que correspondan. El perito aportará la valoración económica de los bienes.
5. Final del proceso. Si hay acuerdo, la partición termina y con ella el proceso. Pero es posible que una de las partes no esté de acuerdo con el reparto, en cuyo caso puede impunar el cuaderno particional y celebrar otro juicio verbal.
Cuando no hay acuerdo, ¿cómo se reparte la herencia?
Pueden ocurrir 2 cosas. El primer escenario es que uno de los herederos ni rechaza ni acepta la herencia. Esta actitud pasiva es incómoda para los herederos, que pueden necesitar de esos bienes por su situación económica. Incluso puede llegar a ser para evitar seguir pagando los gastos de mantener esa herencia. ¿Qué se puede hacer?
- Según la Ley de Jurisdicción Voluntaria, un heredero puede solicitar al notario una interpelación notarial sobre el heredero pasivo. El heredero tendrá la obligación de tomar una decisión en un plazo de 30 días naturales. Éste podrá aceptar la herencia, rechazarla o aceptar que se reparta en el inventario. Si no responde, se entiende como una aceptación. Si en la herencia hay deudas, deberá responder con su propio patrimonio, por lo que esta opción no se recomienda. No obstante, el notario tiene la obligación de avisar y explicar las consecuencias de su respuesta o ausencia de ella.
El segundo escenario es que después de esto, el heredero no permita el reparto. Aquí entra en escena la solicitud de partición judicial comentada arriba, siempre y cuando sumen el 50% de los bienes de la herencia. Si en algún momento algún heredero acepta el trámite, venderá su participación si no la desea. Es decir, obligar a repartir una herencia es posible siguiendo estos pasos amparados por la ley. Llegar a un acuerdo siempre será la mejor opción para evitar trámites complicados y su elevado coste. Pero si no queda otra opción, recuerda que existe la posiblidad.