Según los datos que refleja la Organización Mundial de la Salud (OMS), Japón es el país en el que la gente vive más con una media de 84,4 años entre hombres y mujeres. ¿Y si te dijéramos que esto se debe a un concepto que define su satisfacción vital? El Ikigai.
Esta idea se popularizó en un libro escrito por dos españoles haciendo referencia al arte japonés. Todo empezó cuando decidieron viajar al pueblo de Okinawa que posee la mayor población de personas con cien años. Entrevistaron a varios habitantes y su respuesta a por qué tenían ganas de vivir fue sencilla: ikigai.
¿Qué es el ikigai?
En Okinawa todos tenían un ikigai pero ¿Qué es exactamente? La respuesta es simple, es una motivación, una misión, algo que te da fuerzas para levantarte de la cama por las mañanas, es tu razón de ser.
Su objetivo no es la felicidad, sino encontrar aquello en lo que eres bueno y en lo que te sientes bien realizándolo, que te ayuda a aumentar tu autoestima donde, la felicidad, sería en todo caso la consecuencia.
Los psicólogos explican que si encuentras tu papel en la vida, puede ayudar a que te sientas mejor contigo mismo. “Si somos capaces de encontrar nuestro rol, todo será más fácil y placentero. Fácil, porque ejercitaremos nuestras capacidades más afinadas; placentero, porque nos divertiremos haciéndolo” señala José Elías Fernández, miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
¿Cómo encontrar mi ikigai?
Es cierto que muchas personas piensan que no tienen habilidades especiales ni metas que cumplir, pero se equivocan. Todos tenemos un ikigai pero hay que echar la vista atrás y tratar de recordar qué cosas hacíamos bien cuando éramos niños. Esto se debe a que cuando llega la edad adulta, nos olvidamos de ello porque poco a poco vamos teniendo más obligaciones y responsabilidades y no hay tiempo para dedicar a las cosas que nos gustaban o se nos daban realmente bien.
Cuatro preguntas para encontrar el ikigai
- ¿Qué es lo que más te gusta hacer? Aquello que despierta tu entusiasmo y pasión, lo que te emociona y podrías hacer durante horas sin darte cuenta del tiempo. Puede ser algo tan simple como un hobby como hacer fotos, bailar, escribir…
- ¿En qué eres bueno/a? Las cosas que te dan bien hacer y en lo que naturalmente destacas, algo que puedo conseguir sin un gran esfuerzo.
- ¿Qué necesita el mundo? Tienes que encontrar qué puedes aportar al mundo que te rodea porque nos sentiremos bien si ayudamos ya que jugaremos un papel importante.
- ¿Por qué te pagarían? Debes tener en cuenta que es necesario ganar dinero para cubrir las necesidades y gastos diarios, por lo tanto, el ikigai debería ser algo que puedas hacer y que te paguen por ello.
Cuando hayas respondido a estas cuatro preguntas, el verdadero ikigai, tu razón de ser y propósito lo encontrarás en el centro del diagrama de Venn, donde los círculos se unen.
Recuerda que todos tenemos algo que nos hace únicos y que nos convierte en especiales, solo hay que buscar dentro de nosotros mismos y solo de esa manera, podremos encontrar nuestro ikigai.